Desde su temprana participación en el periódico Noreste, en la década de los 80, hasta la creación del programa de T.V “La Belleza Nueva” (luego “Una Belleza Nueva”), hay un hilo conductor de sus más diversos proyectos comunicacionales y literarios: el de tensionar a la palabra poética hacia el mundo, más allá de sus propios límites, como si a ésta le correspondiera la tarea de “reapasionar” los distintos ámbitos del quehacer humano (como lo dijera el poeta G. Lommi en su “Carta al Errante”).
En todos sus proyectos colectivos y personales, radiales (“El desembarco de lo ángeles” en Radio Concierto), periodísticos (“El Corazón”) pedagógicos (los talleres de “Viaje a la Palabra”) e inclasificables como la inusual “Empresa de la Dicha Verdadera” palpita una fe en el poder de la palabra, a pesar de la crisis terminal de ésta en Occidente.
